(Como lo vi te lo digo)

Soy sinestésico y, a ciertas horas —sobre todo, a cierta temperatura—, siento que el agua que sale del grifo es una materialización de silencio. No importa que el agua silbe, sólo lo agudiza; con él lavo mis manos del ruido que toqué o ya no tengo otra sed. No puedo dejar de creer que es silencio vertido.